De nuevo un medio de comunicación económico acude a nuestro informe ‘Atlas Insight Assets Management’ para enriquecer su artículo con datos muy contrastados
El sector inmobiliario español ha captado notable atención de inversores internacionales, especialmente a través de las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (socimis). Al cierre de 2023, el 70% del capital de estas entidades estaba en manos extranjeras, según datos de Atlas Value Management, que ha recogido en un artículo el medio económico Cinco días.
Según se recoge en dicho artículo, las socimis ofrecen ventajas como una estructura fiscal favorable, transparencia y la obligación de distribuir dividendos, lo que las hace atractivas para inversores que buscan exposición al mercado inmobiliario sin incurrir en los elevados costes de una inversión directa. Jesús González, director gerente de BME Growth y BME Scaleup, destaca que estas sociedades permiten invertir en alquiler de oficinas, centros logísticos o promoción y construcción de viviendas de manera indirecta, con un compromiso significativo de retribución al accionista.
El interés extranjero se centra en activos como oficinas, centros comerciales y logística, sectores que han demostrado resiliencia y potencial de crecimiento. Además, la estabilidad económica de España, su atractivo turístico y una oferta diversa de propiedades en zonas urbanas y costeras incrementan su atractivo. Gustavo Martínez, profesor de Finanzas de la Universidad Francisco Marroquín, señala que factores como el clima favorable y la alta calidad de vida también influyen positivamente en el mercado español.
La demanda extranjera de viviendas en España está en niveles históricos, representando una de cada cinco transacciones, con una concentración en áreas turísticas y vacacionales. Javier Díaz, analista de Renta 4 Banco, atribuye este interés a precios más bajos en comparación con otros países y a la capacidad adquisitiva de los compradores internacionales.
En resumen, las socimis se han consolidado como vehículos preferidos por los inversores extranjeros para participar en el mercado inmobiliario español, gracias a sus ventajas fiscales, transparencia y políticas de dividendos atractivas. La diversificación en activos y la estabilidad económica del país continúan fomentando este interés inversor.
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